Actualmente, obtener un préstamo a través de los bancos tradicionales resulta mucho más difícil que en el pasado, debido a que este tipo de entidades se han encargado de endurecer los requisitos que se necesitan para lograr acceder a toda clase de ayuda, exigiendo a los solicitantes que cumplan con numerosas condiciones, que en gran parte de las ocasiones no es posible lograr.
Ahora bien, las empresas especializadas en capital privado destacan por haberse desarrollo y alcanzado el éxito a partir de la crisis financiera, ya que lograron posicionarse entre las opciones más acertadas para conseguir préstamos.
Sin embargo, aunque ambas alternativas se encuentran disponibles, para poder escoger adecuadamente cuál de ellas puede ser más útil según tu caso específico, es importante que conozcas la diferencia entre préstamos bancarios y préstamos privados.
Diferencia entre un préstamo privado y uno bancario
Obtener un préstamo a través de un banco suele ser considerablemente más complicado que conseguirlo mediante alguna empresa dedicada a ofrecer capital privado, dado que la banca tradicional exige numerosas condiciones y no otorga financiación a quienes se encuentran dentro de los diversos registros de morosos, o no proporcionan garantías suficientes de que podrán devolver el dinero prestado.
Así, las entidades bancarias suelen buscar a clientes que cuenten con estabilidad laboral para otorgarles los préstamos solicitados; asimismo, hay que decir que el conseguir financiación por esta vía no es muy sencillo, ya que este tipo de préstamos normalmente no son otorgados con tanta rapidez como en el caso de las empresas que otorgan capital privado.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede decir entonces que entre las principales diferencias que existen entre los préstamos privados y los préstamos bancarios se encuentran las siguientes:
1. Solicitud
Al contrario de los préstamos bancarios tradicionales, en los que resulta preciso que los solicitantes acudan físicamente al banco para pedirlos, los préstamos privados se distinguen por facilitar todo el proceso al poder hacerlo por Internet, y es que a través de las nuevas tecnologías permiten obtener dinero en solo minutos, ayudando a solicitar y conseguirlo de modo casi inmediato.
2. Requisitos
Los bancos suelen tener requisitos considerablemente más exigentes que las entidades no bancarias que otorgan préstamos privados, los cuales por lo general resultan más flexibles.
3. Respuesta
Con relación a la respuesta para las solicitudes de préstamo, hay que señalar que al permitir realizar todos los tramites vía online, los préstamos privados ofrecen una respuesta en tan solo minutos.
Los bancos tradicionales a pesar de trabajar “créditos preconcedidos”, suelen tardar más tiempo en dar una respuesta para poder conseguir la financiación.
4. Tipo de interés
A partir de los años más duros de crisis hasta la actualidad, la banca tradicional ha estado disminuyendo la financiación para familiares y empresas, por lo que ante la necesidad de poder conseguir un préstamo surgieron justamente los préstamos privados, los cuales poseen mayores ventajas.
Así, cabe señalar entonces que la financiación bancaria suele contar con un tipo de interés de aproximadamente un 8-12%, mayor al que poseen los préstamos privados
5. Cantidades otorgadas
Ambos tipos de préstamos también se diferencian por las cantidades otorgadas por cada entidad, y es que mientras los bancos suelen ofrecer cantidades que de dinero pueden ser medianas o grandes, los préstamos privados permiten, sobre todo los solicitados a través de Internet, acceder a cantidades más bajas y para solventar urgencias, las cuales los bancos normalmente no proporcionan.
6. Plazos de devolución
Por lo general, los préstamos bancarios tienen un tiempo de devolución prolongado, a lo largo del cual se realizan pagos muy fraccionados, haciendo que los intereses resulten elevados.
Mientras que los préstamos privados suelen tener un plazo de devolución más corto, (el cual normalmente se establece por ambas partes), pero con menores intereses.
Préstamos bancarios
Cuando se habla de préstamos bancarios, como su nombre indica, se hace referencia a un tipo de producto bancario a través del cual la banca tradicional se encarga de otorgar a los solicitantes una determinada cantidad de dinero a cambio de devolverla dentro de plazos de tiempo establecidos, junto a unos ciertos intereses.
Suelen ser la actividad económica de las entidades bancarias, y están a disposición no solo de personas físicas, sino también de personas jurídicas; además, suelen incluir la contratación de algún tipo de producto asociado, por ejemplo nóminas, seguros, etc.
Préstamos privados
Se trata de una modalidad que ofrece a las personas la posibilidad de pedir dinero prestado a alguna empresa o entidad privada no bancaria, permitiéndoles acceder a una determinada financiación cuya devolución tendrán que realizar dentro del plazo señalado, junto a un importe añadido en concepto de honorarios.
Están destinados tanto a particulares como a empresas pequeñas y medianas, en esas ocasiones en las que no se puede conseguir financiación bancaria.
Cabe decir que consisten en préstamos con garantía hipotecaria, los cuales han logrado ganar mucha popularidad debido al Internet, ya que permiten no solamente simplificar las transacciones, sino también agilizar los procesos sin que los prestatarios tengan que acudir a alguna oficina física.